jueves, 13 de julio de 2023

¿Debe el estado argentino enseñar la Religión de Cristo en sus propias escuelas?

 "El liberalismo confunde fines con medios, cumbres con caminos; ese es su fatal destino. Es, como dijo Chésterton, una verdad cristiana que se ha vuelto loca. Un ejemplo es la Escuela argentina. La escuela Estadual argentina ha conseguido en la Capital Federal (a costa de grandísimo derroche de dinero) la victoria contra el analfabetismo, que era su último fin; y hela ahí convicta y confesa de quiebra total como educadora y forjadora del espíritu nacional: el esfuerzo de la argentina desemboca en formar lectores de Crítica. "La República argentina actualmente no es radical ni conservadora: es botanista", me decía no ha mucho un joven y perspicaz político argentino. No digo que no haya en esa escuela muchos valores personales altísimos; al contrario, el honor del pobre y extenuado magisterio argentino es uno de los más limpios del mundo; pero ellos no ocultan, antes bien hacen más patético el notorio fracaso del sistema y de sus equipos dirigentes, supeditados a la política, e impares a su sacra  responsabilidad. El público que proporciona más de seiscientas(600)  representaciones seguidas en 1939 a un bodrio teatral animalesco y  degradante de un tal Marco Brónenberg (para dar un ejemplo concreto) llamado No hay suegra como la mía, en que actores y sala se revuelcan cerdunamente tres horas en una gran comunión orgiástica de carcajadas bestiales, gritos de animales, guaranguerías indecentes, chistes de tercera calidad y payasadas soeces -!oh manes de Calderón y de Lope!" "...esa pobre masa perfectamente indefensa y ya contaminada de la Capital Federal, preparada ya a todas las explosiones, es el producto más sincero del Consejo Nacional de Educación de las Provincias Unidas del Río de la  Plata. Se me aprieta el corazón al decirlo, porque así lo creo.  Pero tengo que decirlo. Suma: la historia contemporánea está desplazando de todas partes, con  fuerza incontrastable, el Estado Económico de Adam Smith*  en favor del Estado Ético. El Estado Ético no puede serlo sin ser por repercusión en alguna manera religioso. El laicismo es una antigualla.  Los laicistas son propiamente reaccionarios. 

¿Debe el Estado argentino enseñar la Religión en sus propias escuelas? Yo pregunto, a mí vez: ¿De dónde salen tales escuelas? ¿ Quién le manda al Estado argentino ser Maestrescuela? Un buen Estado tiene obligación y mandato de "conseguir que haya en sus ámbitos buenas escuelas"; all right. Pero para tal cosa no es forzoso, ni siquiera conducente, que las tenga que hacer (y monopolizar, que es lo más grave) él mismo por sí mismo, para lo cual la experiencia lo  reputa inadaptado y la ciencia lo demuestra injusto. Que monopolice los pozos de petrótelo, !bien! - protesta, sin embargo; Standard Oil, y es oída. Que monopolice los ferrocarriles, !óptimo!- si es ya capaz de hacerlo sin derroches ni déficit.Que coordine los transportes, !pase! - con tal que no se encadene ni se venda. Pero monopolizar la escuela, eso no debe pasar. Es una gran error político y un serio traspié pedagógico, que casi siempre procede de raíz maligna y que siempre se paga caro. Un Estado derecho es aquel que estimula, dirige y controla la iniciativa próxima (familiar y gremial), de tal modo que las Buenas Escuelas se obtengan con certeza y economía de parte de aquellos a quienes ellas competen e interesan más inmediata y naturalmente, es decir, los padres de familia y las profesiones. El Estado debe ser aquí primer motor y no rodaje intermedio. Si aquellos defectan, entonces solamente entra a tallar el Estado en función supletoria. 

Tal es el caso de Inglaterra, Yankilandia y Holanda, por ejemplo. Pero puesto que ese no es el caso de Argentina, y aquí es la Escuela Fiscal la que lucha con ingente derroche de dinero contra el acridio Analfabetismo, ¿débese enseñar, sí o no, en esas escuelas la Religión de Cristo? 

Mi señor senador: la Religión de Cristo es la Religión de la mayoría nacional; es la Religión de nuestros muertos, de nuestros Padres y de nuestros Grandes; es la más antigua y extendida del Universo - así como, para nosotros dos, es la única verdadera. En nuestro país,  el Estado sostiene o defiende su culto, la Carta Magna la impone al Presidente, y también, implícitamente (por la fórmula de juramento),a los altos magistrados; y la sangre, la raza y la historia la imponen a los súbditos, empezando por los pobres indígenas hoy abandonados, cuya conversión la Constitución prescribe (¡qué sarcasmo!) haciendo un eco al Testamento de nuestra madre santa Isabel la Católica. 

¿Usted me pregunta si esta Religión se debe enseñar en las Escuelas del Estado argentino?

¿Si se  debe enseñar o no el cristianismo a los argentinos pichones, usted me pregunta?

¡Descreo en Buda, en Mahoma y en la pata de Martín Lutero!

¡Y qué otra cosa quieren enseñar, entonces!"


Del libro "Cristo ¿vuelve o no vuelve?" Leonardo Castellani.


* "El hombre que tiene plata es necesariamente virtuoso".  Ahí lo tienen a Smith con su error garrafal filosófico. 





No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Sepamos quién fue Perón!

Pero resulta innegable que la figura de Perón fue cobrando, con posterioridad a los momentos fundacionales e insurreccionales, un protagonis...