"Para quienes están absortos en el mal no existe sin embargo paz. Hay una calma,
tranquilidad y placer aparentes cuando logran sus objetivos, pero es algo meramente
externo, sin ninguna substancia interior. Dentro hay rabia, hostilidad, odio,
venganza, crueldad y todo tipo de deseos perversos. La mente exterior (animus) se
precipita en estos sentimientos en cuanto ven a alguien que no está de su parte,
y brotan a raudales siempre que no haya ningún temor que lo impida. Por eso su
deleite se encuentra en la sabiduría. Es como la diferencia entre el cielo y el infierno".
Nota:
"El estado de paz en el cielo es como el estado de la mañana o la primavera en la tierra.
Las ansias que surgen del amor a uno mismo y al mundo destruyen completamente
la paz. Algunas personas encuentra paz en la agitación y en cosas semejantes que son
lo contrario de la paz. No existe paz alguna hasta que las ansias del mal han sido expulsadas".
No hay comentarios:
Publicar un comentario